Haciendo Sentido

Coninuación directa de colores    El profesor carraspeó antes de seguir hablando.      -Esa fue la leyenda de los colores. Pero no es ahí donde acaba la historia de Fardael. ¿Les gustaría que les siguieta contando más?    Ginela y todos los demás alumnos asintieron.    -Muy bien- dijo el profesor notablemente alegre-Exactamente seis meses pasaron...    "En esos seis meses, Fardael visitó constantemente a las personas que había conocido y afianzó su amistad con ellas. Hubo algunos cambios en esos seis meses. Por ejemplo, Hamlet, quien le había dado la esfera roja a Fardael, ahora sacaba ventaja de los colores y en lugar de las grandes botas puntiagudas negras usaba unos más sencillos tennis rojos. Tampoco vestía de negro, sino de rojo, y a Fardael le hizo pensar que con un gorro que ocultara su ahora muy largo pelo y una barba blanca, muy bien podría parecerse a Santa Clós, lo que no cambió de Hamlet, sin embargo, fue su ...

   "Colores" es, para los que aún no lo sepan, una historia corta que escribí hace algo así como 7 años, como un trabajo para la prepa. Para hacerla tomé prestadas varias situaciones reales y personalidades reales de amigos (sí, también reales!) y las exageré para formar la historia que fue.    Después de ésta vinieron otras seis, pero sin duda ésta es la más importante, porque no sólo trazó el camino de las siguientes, sino que me hizo darme cuenta lo gratificante que es escribir y poner tus ideas sobre papel, y más aún provocar algunas risas cuando tus amigos te leen. De cierta forma fue la semilla que provocó muchas de las demás cosas que ahora escribo, entre ellas este blog.    Ahora, algunas aclaraciones sobre la historia, que si no la han leído, pueden empezar por aquí . La primera es sobre cierto profesor que tuve en la prepa, muy parecido al del capítulo 6, quien por poco me arruina la vida. No diré el nombre del profe, porque no todo fue su cul...

   Una muchacha permanecía sentada al frente de su mesa, con los brazos cruzados, con expresión expectante. Sobre la mesa, entre varias pilas de libros abiertos y cerrados, reposaba en perfecto una esfera brillante color rosa. La esfera brillaba inténsamente, parecía estar esperando algo, y eso desconcertaba a la muchacha.    La muchacha sostuvo la esfera entre las manos.    -Lo sé... lo sé... yo también lo siento. Se están juntando. Alguien las está juntando.    La esfera brilló más inténsamente. La muchacha se levantó esfera en mano y fue hacia una de las estanterías. Sacó un par de libros, descubriendo un hueco oculto en la pared.    -Pero aún no es tu momento. Lo siento, tendrás que esperar un poco más para reunirte con las demás.    La muchacha ocultó la esfera en el hueco, y la volvió a tapar. °°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°    Fardael se encontró de nuevo en...

Fardael se dió un pellizco, creyendo que estaba soñando. Estaba en el lugar más raro que jamás se hubiera podido imaginar. Los árboles, el cielo, las nubes, la tierra, todo, absolutamente todo daba el aspecto de estar derritiéndose. Más aún, había un lago cerca de donde estaba, pero en lugar de éste reflejar la luz del sol, era el cielo quién reflejaba la tierra y de las profundidades del agua parecía que venía realmente la fuente de luz, y no del sol. Los árboles crecían como bastones, no había uno sólo que estuviera derecho. Fardael se vio a sí mismo, y se calmó al ver que aparentemente él seguí normal, pero cuando intentó mover su brazo, vio que este se movía dejando una extraña estela, como si lo aluzara un estroboscopio.  Esto lo llenó de nauseas. "Es como si estuviera en una pintura surrealista, muy surrealista". Fardael se dio cuenta que una extraña música formaba parte del lugar. La música era sobrecogedoramente triste, pero parecía encajar a la perfección con e...

Fardael se encontró en medio de una multitud de jóvenes dentro de un salón de clases. Parecía que nadie había notado su aparación, o que a nadie le había importado, excepto una muchacha, que lo agarró por el brazo y lo sentó en una butaca al lado de ella. De manera concentrada y algo desesperada, le dijo a Fardael: -Soy Shannel, tengo lo que buscas. No te lo puedo dar justo ahora, hay mucha gente, espera a que termine la clase y te lo daré, pero si haces alguna tontería que haga que nos saquen del salón... olvídate. El profesor no tardó en entrar. Era un hombre alto y feo, que miraba con asco y repulsión a los estudiantes. Todo mundo se calló y el hombre empezó a escribir en el pizarrón. Fardael se dio cuenta de que Chanel le había pasado una libreta y un lápiz. "Perfecto, y yo que estaba de vacaciones..." pensó Fardael mientras empezaba a anotar él también.  Todo parecía ir bien hasta que una muchacha tres filas a la derecha de donde estaba Fardael estornudó. -Ustedes 9...

Es curioso como muchas de mis frases empiezan con "es curioso". También es curioso el paso del tiempo. Un día, estás asustado de qué carrera vas a escoger para estudiar, y al siguiente estás asustado porque ya vas a acabar y a veces piensas... "Ya voy a acabar... De verdad..." Van a ser cinco años de experiencias ya, muchas buenas, algunas malas, pero igual experiencias que no olvidas y te forman como persona. Te das cuenta lo diferente que eras antes... Que cosas has cambiado, ya sea para bien o para mal, y qué otras has dejado iguales. Es un ejercicio interesante de retrospectiva. Por otro lado, el hecho de ver a los nuevos alumnos... siempre te llena de nostalgia, pensando en lo mucho que les falta por sufrir vivir. Por fin tengo tiempo para irse de fiesta y despertar en lugares extraños aprender francés, kanjis, nadar, blah blah blah. Irónicamente, ya no le dedico tanto tiempo a este blog como antes. Los temas para escribir, cuando no estás viajando, se ac...

Cuando Fardael salió del portal, lo hizo unos pocos centímetros por arriba del suelo, haciéndolo trastabillar, pero logró conseguir el equilibrio a tiempo para no caer. Reconoció el terreno inmediatamente. Era un campo de fútbol. Estaba vacío, excepto por una de las porterías, donde encontraban lo que parecían ser dos niñas tirando penales. Fardael se acercó a ellas y se dio cuenta de que no eran dos niñas, sino dos muchachas bajitas. Observó su lista. "Hasta el momento no me he encontrado con alguien que no sea uno de los de la lista, si eso es así, ellas deben de ser Amareri y Naranja." El otro nombre que quedaba en su lista, Piven, no parecía adecuado para una mujer. Leyó también los colores que debían tener ellas. "El amarillo y el naranja, ¿en serio, el color se llama igual que ella?". Fardael se acercó silenciosamente, las muchachas parecían concentradas en su juego. -¡Ahí te va Amareri!-La muchacha que tiraba, tenía una voz simpática. -¡Pero ahora sí co...

Fardael caminaba ahora dentro de una enorme biblioteca de aspecto muy antiguo. Sus zapatos hacían eco con cada paso que daba. Parecia estar sólo. "Tal vez me equivoqué de lugar" pensaba, pero encontró a una persona sentada detrás de una enorme pila de libros. Era una hermosa muchacha que estaba leyendo un libro de física. -Ho... hola.-La muchacha no pareció escucharlo. El repitió más fuerte.-¡Hola! ¿Te puedo quitar un momento? -¡Perdón! ¡No te había visto! ¡Sí, claro! -¿Acaso tú también sabes quién soy?-Preguntó Fardael, recordando como en las veces anteriores lo habían llamado por su nombre sin que él lo dijera. La muchacha lo miró a los ojos, con una mirada profunda, antes de contestar: -No. Pero yo soy Piannel. No es un gran nombre, pero es el único que tengo. -Soy Fardael... verás, me encuentro buscando los olores que... -Colores-corrigió Piannel. -¿Cómo lo sabes? -Fardael... he tenido esa pequeña esfera por más tiempo del que tú crees. -¿Cuánto? -No...

Si algo me ha enseñado la vida, es que uno los medios no pueden decidir que días serán especiales para uno. Por ejemplo, yo sé (salvo que algo extraordinario pase) que mañana pasaré un día perfectamente normal. Vomitando arcoiris si es que veo demasiadas cosas cursis por las calles, tal vez, pero es todo. El viernes pasado, por otro lado, tuve un excelente día, y nadie me lo pudo haber predicho. Si tienes pareja, los medios te hacen sentir que debes de regalar algo. Si no la tienes, te hacen sentir que debes de tener, para que te aplique la oración anterior. No les molesta? Tener que regalar algo (o hacer algo especial) solo por compromiso? Es una regla social que queremos que siga vigente? Si recibo o doy algo, sería padre saber que fue por mí o por la otra persona, y no por obligación de la fecha. Algo que se me ocurre sería padre, sería que todos escogiéramos una fecha secreta, y remarco, que sólo nosotros supiéramos, en la que fuera nuestro propia fecha de San Valentín. Así pod...