Deportes Extremos, Roma (y Vaticano) 17-20 Junio
Lo único malo de Roma es que no pude encontrar un Couch Surfer, así que ese fin de semana aproveché mi soledad y me puse al corriente con RWJ y otros tantos canales que sigo de Youtube (lo sé, lo sé, pero vamos, ya tenía mis buenas dos semanas y media sin ver videos de mis subscripciones!). Eso provocó que la última noche en Pisa, después de llegar del festival, no fuera de dormir, sino de buscar hostel. Y buscar hostel para una ciudad como Roma el último día no es algo fácil. Pero encontré y, desveladísimo, tomé el tren hacia Roma. Me despertó después de tres horas una señorita y yo vi que el tren ya estaba vacío. Que bueno que Roma era la última parada o se me hubiera pasado. Después de escuchar varios "prego" (pensé que era algo así como "ándale apúrate") de la mujer me bajé del tren. Lo primero que hice al llegar al hostal fue echarme una "pequeña" siesta de la que desperté a las 10 de la noche. Y, derrotado por la flojera, después de