Haciendo Sentido

Esta es una entrada corta y directa.  Estoy enojado con todos los bares y antros y su política del nuevo impuesto al ebrio. No, si lo buscan en los periódicos no verán que sea algo oficial. Pero de que existe, existe.  Lo malo, es que es un poco difícil comprobarlo. Vayan a uno de los lugares antes mencionados, de preferencia con amigos para no verse muy forever alone, y pidan alcohol hasta el grado de que todavía puedan hacer cuentas, pero que los meseros crean que ya están ebrios. Enseguida, pidan la cuenta. Verán entrar en acción el impuesto al ebrio. De pronto, estarán en la cuenta 3 cervezas que no pidieron, o tal vez 2 copas extra de vino, o un shot de mezcal. A veces pueden ponerse ingeniosos y cobrarles botana de más, y no alcohol. Otras veces, sin embargo, sólo lo aplican, sin especificar de qué fue. De cualquier manera, ya he pasado por él muchas veces en el último año. Desde los antros más hippies hasta los más fresas, me lo han querido aplicar. Pero lo

Ya hay muchas metáforas de la vida, y vayan ustedes a saber si ya hay una que la compare con el famoso juego de tetris. Pero la cosa es que en este momento nunca me pareció más adecuada ésta. Hasta hace poco más de dos meses, me parecía que todo en mi vida andaba mal. Una tesis lejos de ser acabada proponiendo acabar con mis vacaciones, una mudanza que quería hacer pero no encontraba el lugar adecuado, unas tareas que parecían no ceder en número al ser calificadas, bloqueo de escritor, entre otras cosas. No son los más graves problemas, pero los problemas propios el ser humano tiene la habilidad de agrandarlos con una lupa y verlos más grandes de lo que realmente son. Entonces yo tenía mi tablero de piezas mal acomodadas, líneas sin terminar una encima de la otra, estorbándose mútuamente, pero de pronto, empezaron a caer las piezas adecuadas, y me sentí como cuando llega la pieza de un palito y de pronto, completas 4 líneas de una sóla vez.  Extrañamente, casi por arte de ma