Deportes Extremos, Roma (y Vaticano) 17-20 Junio
Lo único malo de Roma es que no pude encontrar un Couch Surfer,
así que ese fin de semana aproveché mi soledad y me puse al
corriente con RWJ y otros tantos canales que sigo de Youtube
(lo sé, lo sé, pero vamos, ya tenía mis buenas dos semanas y media
sin ver videos de mis subscripciones!).
Eso provocó que la última noche en Pisa, después de llegar del festival,
no fuera de dormir, sino de buscar hostel. Y buscar hostel para una
ciudad como Roma el último día no es algo fácil. Pero encontré y,
desveladísimo, tomé el tren hacia Roma. Me despertó después de tres
horas una señorita y yo vi que el tren ya estaba vacío. Que bueno
que Roma era la última parada o se me hubiera pasado. Después de
escuchar varios "prego" (pensé que era algo así como "ándale
apúrate") de la mujer me bajé del tren.
Lo primero que hice al llegar al hostal fue echarme una "pequeña"
siesta de la que desperté a las 10 de la noche. Y, derrotado por
la flojera, después de comer unas cuántas chucherías de la máquina
expendedora, decidí seguir durmiendo.
Durante los siguientes dos días conocí el Vaticano y el Coliseo
(aunque el hecho de pagar el hostel hizo que ya no pudiera pagar
entrar al Coliseo). La capilla sixtina es un poco más pequeña de
lo que imaginaba pero no deja de ser impresionante. Da una impresión
de que las figuras se salen de las paredes (o al menos a mí me la
dio) lo malo es que los polis no dejan tomar fotos, así que hay
que tomarlas a escondidas.
La basílica de San Pedro es otra maravilla. Enorme y dentro hay un
sentimiento de paz difícil de describir. Claro, hasta que la guía
de turistas que has estado "siguiendo discretamente" se da cuenta
de ello y a pesar de que tú te haces el que no hablas español,
sólo inglés (para poder decir que no estaba entendiendo de todas
formas las explicaciones), la mujer te manda a volar de una manera
nada cortés.
Otro "deporte" que practico es identificar otros mexicanos. Y es
que mi oreja sabe detectar palabras como "wey" o "chale" a larga
distancia e incluso filtrarlas entre las demás voces de la multitud.
En la entrada en la capilla me encontré con dos D.F.eños que hicieron
el rato más ameno. Luego nos separamos porque ellos ya habían ido
a la cúpula y yo no. Subir esa cúpula es otro deporte extremo. Incluso
después del elevador son 320 escalones (y yo no usé elevador, porque
claro, costaba más).
Roma es una ciudad más pequeña que lo que imaginaba, pensaba que tendría
dimensiones cercanas a Paris, o de menos Barcelona, pero la verdad
es que de mi hostel (muy cerca de la estación), al Coliseo,
son como 20 minutos caminando (si no te pierdes) y de ahí al Vaticano
como 25. Y es bueno caminar, porque en los trayectos puedes ver
muchas construcciones interesantes.
Como las fuentes. Hay fuentes por doquier! De Trevi, de Tritón, de
muchas otras que no me supe el nombre, pero en serio, donde quiera
hay fuentes! Y algunas de ellas son de verdad monumentales! Y ya que
recordé el agua, por recomendación de los mexicanos probé el agua
mineral de Roma y... tal como los helados en Pisa, me sorprendió.
"Así que a esto es lo que debe saber una verdadera agua mineral" fue
lo primero que pensé. Desde ahí, no he dejado de comprar agua mineral,
(incluso en mi tren a Venecia traigo mi botellita conmigo).
Otra de las cosas buenas de caminar es que pasas entre muchas cosas
escondidas a los ojos de turistas, como mercados y vendedores "no
oficiales" de recuerditos. Mi maleta viene como 2 kilos más pesada
culpa de ello.
En cuanto a comida, la lasaña también me dejó con la boca abierta
(o en este caso cerrada?). También ahora entiendo porque Garfield
come sólo Lasaña.
Lecciones de la vida:
-Todo el mundo me decía prego, y yo, recordando lo que pasó en el
tren, pensé que todo el mundo me apuraba, en las tiendas, en la
calle, caray! Hasta que busqué en el traductor de google y me di
cuenta que era "por favor". Pero es que yo pensaba que para ello
usaban exclusivamente "per favore".
-Ahora entiendo porque todo en italiano parece terminar con "i".
Es una de sus forma de hacer el plural (como para nosotros la s) al menos
eso es lo que parece, no he investigado mucho más al respecto.
Momentos Incómodos:
-Cuando el señor de la tienda está diciendo algo y tú dices "sí!"
pensando que está preguntando si quieres bolsa (como en todos los
otros países) pero resulta que en realidad está platicando de otra
cosa con su amigo que está al lado de ti. (Me pregunto si pensaron
que yo estaba loco).
-Cuando te cambias a otra mesa porque te está dando el sol, y
el tipo del restaurante te dice de manera grosera que no, porque
eres sólo uno y la otra mesa es para 4... (me dieron ganas de
decirle "pues que esos otros 4 le paguen mi comida" pero la verdad era
un lugar barato). Fue de esa manera que no le dejé propina... aunque
igual, acá en Italia la propina es obligatoria, y usualmente te la
dicen hasta el final! Todo sea por la maravillosa lasaña que comí.
Por cierto, verán que ahora también hay botón de twitter desde hace algunas entradas. Es un twitter exclusivo para mi blog, (y no es el mismo que mi twitter personal). Por ahí estaré diciendo algunas curiosidades, anuncios importantes y ese tipo de cosas que uno hace en twitter. Seguidme (al estilo español)!
así que ese fin de semana aproveché mi soledad y me puse al
corriente con RWJ y otros tantos canales que sigo de Youtube
(lo sé, lo sé, pero vamos, ya tenía mis buenas dos semanas y media
sin ver videos de mis subscripciones!).
Eso provocó que la última noche en Pisa, después de llegar del festival,
no fuera de dormir, sino de buscar hostel. Y buscar hostel para una
ciudad como Roma el último día no es algo fácil. Pero encontré y,
desveladísimo, tomé el tren hacia Roma. Me despertó después de tres
horas una señorita y yo vi que el tren ya estaba vacío. Que bueno
que Roma era la última parada o se me hubiera pasado. Después de
escuchar varios "prego" (pensé que era algo así como "ándale
apúrate") de la mujer me bajé del tren.
Lo primero que hice al llegar al hostal fue echarme una "pequeña"
siesta de la que desperté a las 10 de la noche. Y, derrotado por
la flojera, después de comer unas cuántas chucherías de la máquina
expendedora, decidí seguir durmiendo.
Durante los siguientes dos días conocí el Vaticano y el Coliseo
(aunque el hecho de pagar el hostel hizo que ya no pudiera pagar
entrar al Coliseo). La capilla sixtina es un poco más pequeña de
lo que imaginaba pero no deja de ser impresionante. Da una impresión
de que las figuras se salen de las paredes (o al menos a mí me la
dio) lo malo es que los polis no dejan tomar fotos, así que hay
que tomarlas a escondidas.
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Chin, me quedó de cabeza y me da flojera ir a paint para rotarlo. |
La basílica de San Pedro es otra maravilla. Enorme y dentro hay un
sentimiento de paz difícil de describir. Claro, hasta que la guía
de turistas que has estado "siguiendo discretamente" se da cuenta
de ello y a pesar de que tú te haces el que no hablas español,
sólo inglés (para poder decir que no estaba entendiendo de todas
formas las explicaciones), la mujer te manda a volar de una manera
nada cortés.
Y es que esto de seguir a los guías de turistas es un deporte que
debería ser considerado extremo. Tienes que merodearlos, haciendo
como que no pones atención a lo que dicen, tomando fotos de todo
lo que hay cerca de ellos, piso, techo, etc. Porque un paso en
falso y zaz, te gritan histéricamente que para estar ahí debiste de
pagar.
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Tomando fotos de todo mientras escucho a la guía. |
Otro "deporte" que practico es identificar otros mexicanos. Y es
que mi oreja sabe detectar palabras como "wey" o "chale" a larga
distancia e incluso filtrarlas entre las demás voces de la multitud.
En la entrada en la capilla me encontré con dos D.F.eños que hicieron
el rato más ameno. Luego nos separamos porque ellos ya habían ido
a la cúpula y yo no. Subir esa cúpula es otro deporte extremo. Incluso
después del elevador son 320 escalones (y yo no usé elevador, porque
claro, costaba más).
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Es aquí cuando uno exclama "Oh Dios mío!" |
Roma es una ciudad más pequeña que lo que imaginaba, pensaba que tendría
dimensiones cercanas a Paris, o de menos Barcelona, pero la verdad
es que de mi hostel (muy cerca de la estación), al Coliseo,
son como 20 minutos caminando (si no te pierdes) y de ahí al Vaticano
como 25. Y es bueno caminar, porque en los trayectos puedes ver
muchas construcciones interesantes.
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El coliseo, medio caído y aún así sigue generando dinero. |
Como las fuentes. Hay fuentes por doquier! De Trevi, de Tritón, de
muchas otras que no me supe el nombre, pero en serio, donde quiera
hay fuentes! Y algunas de ellas son de verdad monumentales! Y ya que
recordé el agua, por recomendación de los mexicanos probé el agua
mineral de Roma y... tal como los helados en Pisa, me sorprendió.
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Mmm... como que algo le hace falta a la foto. |
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Ahora sí, perfecto! |
"Así que a esto es lo que debe saber una verdadera agua mineral" fue
lo primero que pensé. Desde ahí, no he dejado de comprar agua mineral,
(incluso en mi tren a Venecia traigo mi botellita conmigo).
Otra de las cosas buenas de caminar es que pasas entre muchas cosas
escondidas a los ojos de turistas, como mercados y vendedores "no
oficiales" de recuerditos. Mi maleta viene como 2 kilos más pesada
culpa de ello.
En cuanto a comida, la lasaña también me dejó con la boca abierta
(o en este caso cerrada?). También ahora entiendo porque Garfield
come sólo Lasaña.
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Debo de dejar de poner las fotos cuando tengo hambre! Ahora sólo pienso en esa lasaña! |
Lecciones de la vida:
-Todo el mundo me decía prego, y yo, recordando lo que pasó en el
tren, pensé que todo el mundo me apuraba, en las tiendas, en la
calle, caray! Hasta que busqué en el traductor de google y me di
cuenta que era "por favor". Pero es que yo pensaba que para ello
usaban exclusivamente "per favore".
-Ahora entiendo porque todo en italiano parece terminar con "i".
Es una de sus forma de hacer el plural (como para nosotros la s) al menos
eso es lo que parece, no he investigado mucho más al respecto.
Momentos Incómodos:
-Cuando el señor de la tienda está diciendo algo y tú dices "sí!"
pensando que está preguntando si quieres bolsa (como en todos los
otros países) pero resulta que en realidad está platicando de otra
cosa con su amigo que está al lado de ti. (Me pregunto si pensaron
que yo estaba loco).
-Cuando te cambias a otra mesa porque te está dando el sol, y
el tipo del restaurante te dice de manera grosera que no, porque
eres sólo uno y la otra mesa es para 4... (me dieron ganas de
decirle "pues que esos otros 4 le paguen mi comida" pero la verdad era
un lugar barato). Fue de esa manera que no le dejé propina... aunque
igual, acá en Italia la propina es obligatoria, y usualmente te la
dicen hasta el final! Todo sea por la maravillosa lasaña que comí.
Por cierto, verán que ahora también hay botón de twitter desde hace algunas entradas. Es un twitter exclusivo para mi blog, (y no es el mismo que mi twitter personal). Por ahí estaré diciendo algunas curiosidades, anuncios importantes y ese tipo de cosas que uno hace en twitter. Seguidme (al estilo español)!
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