En Bicicleta- Parte 5 (y final), Copenhague, 28 de Abril
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El último día, ahora que lo pienso, no recuerdo que hice, además, por supuesto, de andar en bici!
Creo que sólo estuve caminando un rato, por esa calle que les dije, Strøget, ah, y comiendo durums, que es a lo que ellos llaman burrito gigante.
También compré algo de pan danés, y, no sé si me tocó una excelente panadería, pero había brownies más baratos (en pesos, era como 10 cada brownie, y estaban grandes) que en cualquier lugar que puedas encontrar en México, y muy, pero muy buenos (y esto es lo que sucede cuando escribo y tengo hambre al mismo tiempo).
Pero llegó la fatal hora de decirle adiós a Copenhague, y, también, a mi fiel bici...
Antes de dejar mi bici, la usé por última vez en el parque que me había sugerido el que las renta. El primer día había intentado usarla ahí, pero había demasiadas subidas y bajadas y ni siquiera había podido arrancar! Esta vez, fue distinto, muy distinto. Recuerdo que iba tan rápido en una bajada que al frenar se derrapó... pero bueno, no me cai, (pero sólo por poco).
Y aunque lo acepto, aún no soy totalmente bueno (en las subidas se me "apaga" la bici si no voy con vuelo) ya no apesto como en el primer día.
En fin, también le dije adiós a Mads (a quién a mi estúpidamente se le olvidó pedirle una foto conmigo) y me dirigí al aeropuerto, era hora de regresar a Bergen, hogar, caro hogar.
Momentos Incómodos:
-Cuando descubres que por tomarte unos días extra de vacaciones tienes montañas extra de trabajo (a dos semanas todavía no me pongo al corriente)!
Lecciones que da la vida:
-Será que el destino comploteó para que redescubriera a andar en bicicleta en Copenhague? Me gusta creer que sí.
El último día, ahora que lo pienso, no recuerdo que hice, además, por supuesto, de andar en bici!
Creo que sólo estuve caminando un rato, por esa calle que les dije, Strøget, ah, y comiendo durums, que es a lo que ellos llaman burrito gigante.
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Lo peor es que ya me lo antojé! Como quiero uno justo ahora! |
También compré algo de pan danés, y, no sé si me tocó una excelente panadería, pero había brownies más baratos (en pesos, era como 10 cada brownie, y estaban grandes) que en cualquier lugar que puedas encontrar en México, y muy, pero muy buenos (y esto es lo que sucede cuando escribo y tengo hambre al mismo tiempo).
Pero llegó la fatal hora de decirle adiós a Copenhague, y, también, a mi fiel bici...
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Ven el pequeño bulto en el manubrio, a la izquierda? Descubrí que eso era la campanilla hasta el tercer día. |
Y aunque lo acepto, aún no soy totalmente bueno (en las subidas se me "apaga" la bici si no voy con vuelo) ya no apesto como en el primer día.
En fin, también le dije adiós a Mads (a quién a mi estúpidamente se le olvidó pedirle una foto conmigo) y me dirigí al aeropuerto, era hora de regresar a Bergen, hogar, caro hogar.
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Uno de mis zapatos al final del viaje. |
-Cuando descubres que por tomarte unos días extra de vacaciones tienes montañas extra de trabajo (a dos semanas todavía no me pongo al corriente)!
Lecciones que da la vida:
-Será que el destino comploteó para que redescubriera a andar en bicicleta en Copenhague? Me gusta creer que sí.
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