Día 3 de 100

Apenas van tres días de esta nueva vida que estoy llevando, pero las diferencias se empiezan a sentir. Uno no se da cuenta del estrés que le pone a su pobre estómago hasta que lo empieza a tratar bien, de cierta forma se siente más ligero, menos hinchado. Claro, hay que pagarlo con constantes rugidos de nuestro estómago que nos recuerda como relojito que cada 3 o 4 horas hay que meterle una manzana o lo que sea que haya a la mano saludable en ese momento.

También está el ejercicio. Espero estar yendo a nadar 5 veces a la semana al menos, pero hay un problema con los martes y jueves, donde la escuela se atraviesa en la mañana y tendría que hacerlo por la tarde. Pero la escuela deja cansado también físicamente, así que esa siesta que tomé ayer y debía acabar a las 5 de la tarde, se acabó por ahi de las 9 de la noche. Es bastante difícil decirle que no a tu cama cuando está ahí, esperándote, calientita y acogedora.

Pero hoy nadé, 2100 metros. Aunque eso también me volvió a noquear de 5 a 9... Veamos cuántos días termina mi cuerpo en agarrar este ritmo y no darme esa rica pero poco eficiente somnolencia de la tarde.

Progreso:

200 gramos menos, pero el 27.93 de índice de masa corporal está todavía muy por arriba del límite, 25.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Teléfono descompuesto, juego en papel

De Limas y Limones

Invitado Especial: Caleb Méndez