El Impuesto al Ebrio
Esta es una entrada corta y directa.
Estoy enojado con todos los bares y antros y su política del nuevo impuesto al ebrio.
No, si lo buscan en los periódicos no verán que sea algo oficial. Pero de que existe, existe. Lo malo, es que es un poco difícil comprobarlo.
Vayan a uno de los lugares antes mencionados, de preferencia con amigos para no verse muy forever alone, y pidan alcohol hasta el grado de que todavía puedan hacer cuentas, pero que los meseros crean que ya están ebrios. Enseguida, pidan la cuenta.
Verán entrar en acción el impuesto al ebrio. De pronto, estarán en la cuenta 3 cervezas que no pidieron, o tal vez 2 copas extra de vino, o un shot de mezcal. A veces pueden ponerse ingeniosos y cobrarles botana de más, y no alcohol. Otras veces, sin embargo, sólo lo aplican, sin especificar de qué fue.
De cualquier manera, ya he pasado por él muchas veces en el último año. Desde los antros más hippies hasta los más fresas, me lo han querido aplicar. Pero lo he detectado a tiempo (antes de pagar) al menos en un 90% de las veces. Cuídense de este nuevo impuesto, porque a veces viene en formas incluso más peligrosas, como cuando la cuenta está bien y en vez de regresarte cambio de un billete de 500, te lo regresan como si fuera de a 200.
Yo les aconsejo, consumir e ir pagando, o llevar a un contador designado.
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