Entonces, qué es lo importante?

Increíblemente, después de dejar abandonado este blog por más de un mes, regreso y veo que mis visitas no han sido nulas, y parte de eso se lo debo a google. Si no, quién más podría llegar a este blog con búsquedas del tipo "chinches con lines cafe oscura y claro" o "limosinas para quinceaneras en maryland" ? Como sea, eso me incitó a volver a escribir una entrada más, para que mis viejos y nuevos lectores sepan que este proyecto no está abandonado, sólo está un poquito apachurrado por otros proyectos más celosos de atención (entre ellos mi Tesis y TH (con el cual me pienso, claro, hacer millonario, para luego poner mi propia empresa gratis de teléfono y quebrar a esos ricachones que nos hacen pagar de más en nuestras cuentas de teléfono) ).

Bueno, debo aceptar que también me detuve un poco en la escritura de entradas debido a la pérdida del cable con el que pasaba las fotos de mi móvil al ordenador y, con lo procrastinante que soy, la reposición tardó un rato (un mes? 2? Y la tienda donde los venden me queda a 15 minutos...). Chistoso, ahora que lo tengo, ni siquiera tengo fotos que poner.

Hay un tema que me ha estado persiguiendo últimamente, en clase de microeconomía sobretodo, y es ... como decirlo... el valor del tiempo. Supongamos que existe una tarea T, que debemos realizar (por ejemplo, lavar la ropa). Podemos realizarla nosotros o pagarle a alguien para que la haga. Nosotros tardaremos un tiempo t1 horas (digamos, 2 horas) en hacerla y a alguien más le tomará un tiempo t2 (media hora). Por supuesto, la otra persona nos cobrará una cantidad de  dinero M (120 pesos), la pregunta es, ¿debemos pagar por ello o hacerlo nosotros mismos?

La respuesta aparente es que debemos pagar sí y sólo sí t1 de nuestro tiempo vale más que M. La respuesta sonará sencilla, pero es de difícil aplicación. Principalmente, porque el valor del tiempo de una persona es muy difícil de etiquetar. Es claro que el tiempo de un médico cirujano es más valioso que el de un lavacoches, pero ¿qué tanto exactamente? Ok, si el médico hace 3 consultas por hora y cada una la cobra en 200 pesos, podríamos decir que una hora le vale $600, y que el lavacoches, que cuida 20 carros por 5 pesos la hora, su tiempo le vale $100. Es claro que el doctor preferirá mandar a lavar su ropa y que el lavacoches preferirá hacerlo el mismo no? Hasta aquí no he dicho algo que no supieran.

Donde vagaron mis pensamientos, es por ejemplo, que hay profesiones donde no es tan claro lo que es el valor de una hora. Mi caso, el estudiante. Tengo que repartir mi tiempo entre la escuela (asistir a clases, hacer tareas, dar ayudantías), atender mis necesidades (dormir, comer, etc) y mi tiempo libre de la mejor manera posible.

Idóneamente, es salud, dinero y amor, no? Primero debería dedicar mi tiempo a dormir, comer y ejercitarme, para asegurar una buena salud física que me asegure más tiempo de vida. Luego, debería estar lo relacionado con la escuela, pues el tiempo gastado ahí, es realmente una inversión, cada conocimiento nuevo de hoy hace que el día de mañana el valor de tu tiempo sea más grande. Luego viene, claro, el ocio. Pero balancear esas tres es #"$@!#$ imposible, uno (o soy sólo yo?) termina poniendo primero el ocio, luego responsabilidades, y al final la salud, lo cual está claramente retorcido, pero cómo luchar contra los deseos de uno mismo? Dónde venden esas pastillas de fuerza de voluntad... y aún si las vendieran... valdría la pena?

El problema es que uno no se tiene el futuro asegurado... y, que gran tragedia que esperaste a final de semestre para por fin ir a ese nuevo parque de diversiones que abrieron en la ciudad vecina y tú te moriste el día antes del examen final (hey, si fue antes del final tal vez no fue taaanta tragedia). Entonces, ¿cómo poner esas dos mitades de ti en armonía? La que lucha por disfrutar lo más que puede el presente y la que lucha por guardar algo para el incierto futuro?

Y es que, otra forma de verlo, es que el tiempo libre es como una fortuna que heredamos de nuestro tatarabuelo, no sabemos a cuánto asciende y no sabemos si en algún momento llegará un ratero a robárnosla. Si nos lo acabamos pronto, derrochándolo, el ladrón no tendrá tal vez tiempo de quitárnosla, pero al final seremos pobres (forzados a hacer trabajos que no queremos por necesidad) y si la vamos guardando, lo más seguro es que el ladrón venga por ella antes de que nos hayamos podido comprar siquiera un bonito celular... (acerca de eso, por eso me acabo de comprar un bonito celular... y sí, esa fue la forma en la que conseguí un nuevo cable de celular)

Solución? Hacer que tus tareas sean lo más agradables posibles, estudiando o trabajando en lo que más te gusta... sí, al final todo trabajo al fin y al cabo es trabajo, y habrá un punto en el que tal vez estés harto de él, en ese momento es cuando vale la pena tomarse unas largas vacaciones... (en Noruega?) Después todo se verá mejor otra vez.

Sin embargo... hallar lo que te gusta es otro problema, y, desafortunadamente, 18 años podrían no ser suficiente... o una mala ubicación geográfica, qué tal si yo estaba destinado a ser un esquiador profesional pero la ausencia de nieve me lo impidió?

El tiempo es dinero, y, tal vez antes de mis 3 "optativas medio obligatorias" que llevo con ecónomos y contadores, no lo había pensado tan a fondo. El peso que tienes hoy vale menos que el que tendrás mañana, es básicamente la regla. El tiempo es realmente la moneda, con tu tiempo puedes conseguir dinero, con dinero no siempre puedes conseguirte tiempo (si te llega el ladrón de vida, te llega y sale bye).

Entonces, entre lo que debemos hacer, lo que tenemos que hacer, y  lo que queremos hacer, ¿cuál es el equilibrio que debemos seguir? La peor planeación, y tristemente la más común, es hacer las cosas que luego ya no se podrán hacer... Procrastinación pura y limpia. Hacermos lo que queremos hasta que llega la hora de hacer lo que debemos para luego poder hacer lo que tenemos. (Aquí la diferencia que hago yo entre deber y tener es que debemos trabajar para poder comer, cosa que tenemos que hacer, físicamente.)

Caray... creo que oficialmente he escrito la entrada más larga y aburrida de todas... irónicamente, les quito su precioso tiempo del que tanto les estoy diciendo es demasiado valioso para dejarlo aquí. Irónicamente, tengo tarea y sueño, y antes de eso me puse a escribir... luego me pondré a hacer tarea... si sé que eso no es lo correcto, por qué me cuesta tanto cambiarlo?



Momentos Incómodos: Cuando mientras te estás bañando uno con los que vives, toca a la puerta, te dice algo y tú, como no le entiendes, dices simplemente "ocupado", luego vuelve a llamar y dice algo que suena a "agua". Entonces te das cuenta de que un hilillo de agua se está escurriendo por debajo de la puerta. Paras la regadera, la abres de nuevo lo justo para acabar, y al salir, descubres que prácticamente has inundado tu casa. Para rematar, antes del baño estabas dudando si tomarlo o no porque se te hacía tarde para tu clase de DCEA, y por trapear el desastre que has provocado, llegas algo así como una hora tarde... Tengo que decir, que inmerecidamente uno de los muchachos franceses que vive conmigo me ayudó a limpiar... (lo cual es una forma de utilizar su tiempo que no encaja en las anteriores... más de ésto, tal vez, en alguna entrada del futuuuuro).

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