La calma antes de la tormenta, Bergen, 29 de abril- 10 de mayo

Llegar a Bergen después del viaje de semana santa tuvo un sentimiento hogareño que no esperaba. Volver a ver a tus amigos de Bergen, a escuchar el cada vez más familiar acento noruego, a volver a pagar con coronas... No hay nada como salirse un rato del hogar para que al regresar lo sientas como hogar, supongo. Y si así me puse al llegar aquí, no quiero ni imaginar qué sentiré al llegar a México de nuevo.

El titulo. Sí, esos días fueron de calma. Pocas clases y mucho, mucho procrastinar ponerse al corriente con la escuela, porque a partir presisamente de mañana (11 de mayo) empezarán los exámenes.

Es difícil resumir casi dos semanas en una sola entrada, pero es aún más difícil detallar explícitamente cada día, así que haré mi mejor intento por recordar que fue lo más relevante.

Hubo este cumpleaños de una amiga rusa, Lilit, en el que hicimos una ilegal (lo supimos hasta después) parrillada a las afueras del castillo que les contaba la otra vez. Su novio noruego, Atler, hizo brownies... los brownies más deliciosos que he probado jamás. Son una orgía en tu boca desde que les das la primer mordida, y no exagero! Desde esa vez mi escala de sabor va desde cero a los brownies de Atler.

Angela, muriéndose de frío. Ah, y hay parrillas desechables en Noruega, y lo mejor de todo, no son caras. Nada de andar peléandose con el carbón para hacerlo prender!
También estuvo el viernes de "cross dressing", donde las mujeres se pintaron bigote, barba, se pusieron camisa y los hombres... bueno, se imaginarán. Pero ni se hagan ilusiones de hallar fotos mías vergonzosas, yo me fui normal.

Qué más? Las noches de juegos de los lunes... donde ya casi nunca gano.

Y estudiar. Estudiar estudiar estudiar estudiar estudiar! Malditos exámenes. Mañana sólo tengo el escrito de noruego, y para ese es el único que me siento preparado, pero mejor me voy a estudiar más.

-Hey! Es esta la incómoda, para nada graciosa, primera tira cómica?
-Sí...
(Matriz identidad que nada tiene que ver)
-Pero no sabes dibujar.
-A quién le importa?

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