Caray! Con C Como Cien!

Increíblemente, este blog está llegando con ésta a su entrada número 100. Eso significa, que si imprimieran cada cosa que he escrito, además de desperdiciar muchísimo papel, ya tendrían uno de esos libros mediocres de bolsillo en sus manos.

Les agradezco a cada uno de mis 12 seguidores (en el orden como me aparecen) Danny, Bueno, Hugo, Aldo, Mafa, Kairoz, Uge, Viri, Arturo, Alain, Sandra y Carballo por "acosarme" con su seguimiento.

También por supuesto, agradezco a todos los blogs amigos que han puesto un enlace hacia éste.

También gracias a la gente, que me sigue sin querer queriendo (o sea se, que me lee de vez en cuando cuando está aburrida por facebook y se topa con mis enlaces) y agrega un par de visitas a mi contador de vez en cuando.

Esta entrada es especial, y creo que debería contar acerca de algunas cosas curiosas que ha provocado mi blog.

En primera, es increíble la cantidad de gente que en persona me ha dicho que le gusta mi blog (digo, más de cero ya es increíble).

Segunda, es curiosísimo la cantidad de personas que me han leído de muchos distintos países. Puedo entender Noruega, Estados Unidos, pero cuando uno ve las estadísticas y ve que tiene público de Croacia, Brasil, Malasia, uno se cuestiona el verdadero alcance que puede tener el Internet.

Tercera, cuando me encuentro con una garrafal metida de pata en alguna falta de ortografía y me aguanto las ganas de pedir perdón por ello (lo tendría que hacer en ese caso casi con cada entrada). Por eso lo digo aquí de una vez: Perdón por esas metidas de pata que seguro me han visto hacer.

Cuarta, que desde que empecé a escribir en mi blog no he visto en persona a mis amigos de Guanajuato. Quiero que sepan que los extraño como no tienen idea. A los de Morelia también (pero a ustedes sí los vi en diciembre así que no se quejen tanto).

Bueno ya, no recuerdo muchas más cosas curiosas, pero aún así el sentimiento de cumplir cien entradas es ciertamente gratificante.  En cierta medida, les debo eso a ustedes lectores, pues sin sus comentarios, sus visitas y sus "likes" no hubiera tenido la misma motivación. Hubiera llegado, sí, tal vez, pero no al mismo ritmo.

Aún recuerdo la primera noche que publiqué una entrada. Lo primero que hice al día siguiente fue revisar cuantas visitas había recibido. Y bueno, habían sido como 5, pero eso era mejor que nada.

A futuro: Qué hay a futuro? No me acuerdo si lo había dicho ya, pero este blog se creó para poner memorias de mi intercambio a Noruega, intercambio que terminará en un par de meses más. Qué pasará con este blog? Caerá en el olvido? Aún no tengo la respuesta, pero algunas opciones se están cocinando en mi cabeza las cuales no sacaré de ahí, porque aún les falta.

Me gustaría hacer entradas más geeks, con más fotos, más divertidas, pero también más que hablen de temas un poco más serios o que yo creo importantes. Se han fijado que este blog no tiene descripción de lo que trata? He intentado más de una vez ponerle una, pero no consigo encasillarlo en nada. Más bien, no quiero. Si me limitara a poner cuentos, o cosas de mi viaje, o entradas con códigos secretos, o qué se yo... no conseguiría vomitar de mí todas estas palabras ni conseguiría embarrarlos a ustedes.

Cien... es un número que se oye tan épico y que merece una entrada épica, y por más que lo trato, no sé qué más podría poner para poder transmitir ese sentimiento de agradecimiento que tengo hacia todos mis lectores. Lo único que voy a conseguir es escribir una de esas entradas largas que a nadie le gusta leer.

Lo peor es que estoy escribiendo además, sin decir algo. Tal vez cuando llegue a las doscientas (ojalá aún más pronto) ya sepa cómo decirlo mejor.

Ahora que lo pienso, es un poco pretencioso celebrar mis propias 100 entradas o no? Debería mejor de celebrar cada vez que llego a X número de subscriptores o Y número de visitas, digo, eso no es controlado por mí. Pero bueno, si uno celebra su cumpleaños, donde uno sólo celebra que no se murió, por qué no celebrar a un blog? Denme chance esta vez.

Me pregunto si habrá alguien además de mi, que se haya leído cada una de las cien entradas... y si lo hizo si fue por amistad o porque de verdad, por extraño que parezca, le gusta mi manera de escribir. También me pregunto si he mejorado... Mi calidad ha mejorado? Mmm... esa es de esas cosas bien difíciles de juzgar. Ojalá sí, o si no, que al menos le de la vuelta, como esa canción de Friday, que es tan mala, que es buena por ser mala. Tal vez, como experimento, deba crear un blog con entradas malas a propósito y ver qué tanto éxito tiene. Lo malo es que creo que me deprimiría si resulta que tiene más.

Ah ok, bueno, esta entrada es muy larga, pero es la cien! 100! Estoy tratando de poner todo lo que se me ocurre para que cuando mire hacia atrás no diga: chin, debí haber hablado de esto. Probablemente lo haga, conociéndome.

En fin. De nuevo gracias a todos por darme varios minutos de su tiempo que sin duda podrían haber dedicado a hacer muchas más cosas interesantes y/o productivas. Gracias por subirle la autoestima (caray... acabo de aprender que la palabra es femenina, todo este tiempo lo he dicho mal) y los humos a este bloguero sin oficio ni beneficio. También gracias a los que hacen precisamente lo contrario (trolearme), pues sin ustedes trols internet no sería lo mismo.

Soy de esas personas que agradece mucho. Lo haré en los idiomas que me sé: thanks, merci, arigatou, takk, tack, tak, grazie, danke.

Esta imagen no tiene tanto que ver con la gran C, ni siquiera es tan buena,  pero me recuerda el sentimiento épico a la vez bello y atemorizante de ver por la ventana del avión. Tener un blog también es bello... y atemorizante.

Lecciones que da la vida:
-Tener un blog es mejor que no tenerlo ;)

Momentos incómodos:
-Cuando (y repito) descubres una falta de ortografía basiquísima en una entrada de hace varios días.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Lo bueno es que yo no te leo ni te comento nunca... me merecía al menos un "Gracias Anónimo".
josguil ha dicho que…
Si lo dije, pero con otras palabras, en el cuarto párrafo.

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