Morelia ya no es lo mismo.
Morelia, al igual que todo, ha ido cambiando, pero no para bien. Mis abuelos recuerdan la época en que podían dejar las casas abiertas sin temor a ser robados. Ahora todo es distinto. La gente que vive sóla, por ejemplo, tiene que inventarse que vive con alguien, para que luego los rateros no entren a sus casas. Antes, oír una explosión significaba que alguien estaba tronando cohetes, ahora significa el sonido de una pistola, o tal vez de una granada. Antes, la fama de Morelia hacía que los turistas quisieran visitarla, ahora es exactamente lo contrario.
Todo este asunto de los narcos y la delincuencia ha hecho que en Morelia la gente ya no viva con tranquilidad. Dos de mis amigos ya fueron asaltados en este año. Ahora se deben evitar aglomeraciones, pues nunca sabes cuando a un loco se le va ocurrir aventar una bomba. Las cadenas de mails ahora hablan acerca de cómo la gente se debe de quedar en sus casas por las noches y de como debe evitar salir a antros y bares.
Es algo triste, pero no es lo peor que pasa en el país. Hoy me enojé cuando me enteré que a una señora la asesinaron en Chihuahua por el simple hecho de pedir justicia por su hija también asesinada. A estas alturas, probablemente todos ya hayan escuchado esa historia y se la sepan incluso mejor que yo, y si no, sólo busquen Marisela Escobedo.
Me gusta pensar que algún día llegarán al poder personas honradas que de verdad se preocupen por su gente y no sólo por ellos mismos. Espero esto no se quede sólo en un sueño.
Todo este asunto de los narcos y la delincuencia ha hecho que en Morelia la gente ya no viva con tranquilidad. Dos de mis amigos ya fueron asaltados en este año. Ahora se deben evitar aglomeraciones, pues nunca sabes cuando a un loco se le va ocurrir aventar una bomba. Las cadenas de mails ahora hablan acerca de cómo la gente se debe de quedar en sus casas por las noches y de como debe evitar salir a antros y bares.
Es algo triste, pero no es lo peor que pasa en el país. Hoy me enojé cuando me enteré que a una señora la asesinaron en Chihuahua por el simple hecho de pedir justicia por su hija también asesinada. A estas alturas, probablemente todos ya hayan escuchado esa historia y se la sepan incluso mejor que yo, y si no, sólo busquen Marisela Escobedo.
Me gusta pensar que algún día llegarán al poder personas honradas que de verdad se preocupen por su gente y no sólo por ellos mismos. Espero esto no se quede sólo en un sueño.
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