Días 43-74 de 100

No señores, no había olvidado esto, sólo mi nivel de procrastinación subió de más. Pero es hora de regresar a la realidad.

Hace 31 días que no escribía, un mes exacto (aunque un mes "exacto" también puede tener 28, 29, y 30 días, no es molesto?). Así que es posible que ya no recuerde muchos detalles, pero tampoco es como que quisieran saberlos...

Ok, los días 43 al 48 transcurrieron sin demasiadas contrariedades... Claro, eran vacaciones de semana santa y es feo hacerle el feo a las comidas caseras de mamá, y aunque traté de contrarrestarlo yendo a nadar, no fue posible del todo. El día 49, no supe si llegué o no a la meta que me había puesto de 63.9. Ese día salí para el DF para sacar mi visa de estudiante para Estados Unidos. 

Como no me llevé una báscula no fue posible pesarme en el transcurso del día para saber sin algún momento llegaba al peso requerido. La verdad, mientras estuve en el DF, (como tres días) también tuve que suspender ir a nadar, y tampoco pude controlar las comidas (eso de no saber a ciencia cierta cuánto te van a servir y qué tan grasoso va a ser y con qué va ir acompañado un platillo cuando lo pides en un restaurante permanece un misterio para mí). Bueno... y había un Krispy Kreme a la vuelta del hotel donde me hospedaba al cual tampoco pude hacerle el feo... fui muy débil, lo sé...

En los siguientes días regresé a la escuela, pero con todo y todo que Guanajuato te baja un kilo sólo por llegar a la ciudad, por una u otra razón no estuve yendo a nadar tan seguido como debía (sólo una vez por semana) ni yendo a jugar frisbee, ni futbol, ni demás actividades... así que mi peso permaneció rebotando como una piedra plana arrojada al lago que hace patitos... hasta que finalmente, hace como una semana, se hundió y pasé de la barrita roja a la amarilla en wii fit, lo que indicaba que ya estaba en el rango normal de Indice de Masa Corporal.


Ese día el wii fit hechó fuegos artificiales


Y luego... bueno, luego vino el viaje a Cancún... Fue un todo pagado... y sé, que te paguen un todo pagado, en un hotel de lujo, y además en Cancún, era una experiencia que posiblemente no se volviera a repetir... 

Bueno, tragué y bebí como cerdo... Si algo bueno hice es que conseguí no tomar refrescos en todo el viaje... (salvo tal vez aquellos que inevitablemente le hechan a ciertos cocteles y uno ni se da cuenta).

Y en fin... que si esto fuera un juego de serpientes y escaleras, ahorita habría caído en esa serpiente que te regresa a pocas casillas del inicio...

Pero lo comido, nadie me lo quita... Espera, pero sí quiero que se me quite...

Bueno, con 69, creo que es justo proponerse 68 como meta para el siguiente sábado... 

Así que, lo que no me costó en dinero, me costó en kilos el viaje... en fin... en fin... 

(En la siguiente entrada, Cancún!)


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