Día 10 de 100

Yey! Este día marca un décimo de la meta.

Primero que nada, hoy fui a nadar, pusieron los carriles largos, y eso siempre anima a nadar un poquito extra aunque te pases de tiempo, así que alcancé a hacer 2.5 km.

Pero ayer, lo único cercano a deporte fue la caminata hacia mi escuela. Y no es que esté loco por ir a nadar diariamente, pero si quería aprovechar complétamente mi bono de 12 entradas durante un mes, tenía que haber ido a nadar también ayer. Es lo único malo de la escuela, me quita más tiempo en tareas del que quisiera.

Ayer en la noche también fue la charandeada, esa fiesta organizada por chavos de mi escuela donde sólo se puede tomar charanda, y donde la gente acaba muy muy muy borracha. Pero yo no tomé, sólo me reía de con los que sí... Y el problema es que cuando yo tomo al día siguiente me da mucha hambre y ganas de tortas ahogadas, o de tacos de carnitas, o qué se yo. Peor aún, era probable que no me quedaran fuerzas para ir a nadar.

En fin, que ya sabía que iba tener que decir que no a muchas cosas, como no a la torta de milanesa que siempre como en la mañana y cambiarla por un plato de fruta, o no a ese pedazo de pastel que venden en el centro y cambiarlo por un mazapán sin azúcar (pero delicioso), o no a ponerle tanta azúcar a mi té de la mañana...

Aunque no a todo le he dicho que no. El martes, el día que jugamos juegos de mesa con mis amigos, me avoracé comiendo jícama... Es mucho mejor que el semestre pasado, que era pizza en vez de jícama, pero aún así, fue demasiada. El miércoles también me atasqué con la que quedó. Lo volvería a hacer? Tal vez... tal vez...

Pero bueno, veamos la gráfica:

Los sesenta están de regreso!


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